
El remordimiento crónico, y en eso están acordes todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable.
Si has obrado mal, arrepiéntete, enmienda tus yerros en lo posible y encamina tus esfuerzos a la tarea de comportarte mejor la próxima vez.
Pero en ningún caso debes entregarte a una morosa meditación sobre tus faltas.
Revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse.
UN MUNDO FELIZ
(Aldous Huxley)
1 comentario:
Adoro esta entrada, así que te la he robado un poco vilmente. Espero que me perdones. Un beso
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