domingo, 25 de enero de 2009

Dejad de quererme.


Ayer por fin pude disfrutar de la película Deux jours a tuer (Dejad de quererme).
Nuestro protagonista tiene una vida perfecta; buen trabajo, grandes amigos, hijos y mujer de anuncio, hasta perro y coche maravillosos.
Pero algo en él hace que de la noche a la mañana destroce toda esa perfección que le rodea.
Su excusa es ABURRIMIENTO.
Pero es sólo un plan para conseguir que todas las personas que le quieren dejen de hacerlo.
El motivo que hace que este hombre actúe de manera tan extraña, se descubre en un final tanto sorprendente como dramático.
Véanla y comprenderán que a veces el olvido hace más débil al sufrimiento.
Otro punto más para el cine francés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apuntómela pues no?? Si la recomiendas aquí yo a hacer caso !!

Ampita Romero dijo...

Sí señor !! Veala veala!!